lunes, 23 de septiembre de 2013

El programa



De: Harry.  Para: Emma.  Hora: 7:30.
Haymarket. Número 3.
-¡LEVANTA!
-¡NO! NO QUIERO IR A ESE ESTÚPIDO PROGRAMA.
-Se lo prometiste a Liam, debes ir.
-¡No le prometí nada!
-Anda, no te eches atrás. Debes ser fuerte.
Emma resopló, su amiga tenía razón. Debe ir al programa.
Las dos amigas desayunaron y se asearon. La rubia cogió su respectiva mochila para disimular.
-MAMÁ, VOY AL INSTI CON ANNA- chilló Emma a su madre.
Las dos salieron de la casa y caminaron.
-¿Dónde es el programa?- preguntó Anna.
- Haymarket, el número 3- respondió Emma.
-¿Haymarket? ¡Pero si es un garaje!- dijo Anna sorprendida.
-Ya, supongo que me quiere ver allí. No sé- dudó Em.
Ambas cogieron el metro y tuvieron que hacer dos transbordos para llegar a ese lugar. Estaba lejísimo.
Cuando llegaron al garaje, todo estaba muy oscuro. Esperaron cinco minutos en silencio y vino una limusina negra hacia ellas.
Las chicas montaron en la limusina y vieron a Harry y Niall. Emma evitó la mirada de Harry.
-Hey, guapitas- dijo Niall intentando animar en ambiente.
Niall besó a las chicas en la mejilla.
-Niall, no empieces…- contestó Harry enfadado.
Niall estaba delante del coche, sentado en el copiloto. A su lado estaba el mánager, conduciendo la limusina. Detrás se sentaba, Harry, Anna y Emma. Anna se encontraba en medio de los dos.
El silencio habitaba en el coche. Niall estaba mascando un chicle tatareando una canción alegremente.
-Ojalá fuese como tú- comentó Anna refiriéndose a Niall- no sé cómo puedes estar así de alegre después de lo que ha pasado.
-Intento olvidarlo y seguir adelante- contestó el rubio- ¿de qué me sirve estar triste? Eso lo empeora todo.
Anna tiene razón, ojalá todos fuesen como Niall y la tristeza no existiría en el mundo- pensó Emma.
-Vaya, eres increíble. Nunca he conocido a alguien tan fuerte como tú- respondió Emma, pero más tarde se arrepintió de sus palabras, pues Harry empezó a llorar.
-¿Harry?- se preocupó Anna- ¿por qué…?
-Harry piensa que ha destrozado la vida de Emma…- susurró Niall- cree que por su culpa Taylor ha dicho cosas horribles sobre Emma.
-Si yo no hubiese invitado a Emma a mi casa, no hubiese pasado nada- sollozó Harry- todo ha sido culpa mía.
-Harry, por favor…- empezó a decir Niall y Anna a la vez.
En ese momento llegaron al programa, Niall y Anna bajaron del coche. Emma se acercó a Harry y le secó las lágrimas que éste tenía en la cara.
-No ha sido culpa tuya- susurró la chica. Dicho esto, salió del coche.
-Son las 11 de la mañana y estamos aquí, en ‘Clarifying rumors’ con el famoso cantante, Harry Styles y la invitada especial, Emma Smith- presentó el presentador del programa.
Harry y Emma entraron por la puerta de la sala, mezclados entre los gritos y aplausos del público.
-Vaya, parece que hoy todo el mundo ha faltado a la escuela- comentó Emma.
Harry rió. Los dos se sentaron en un sillón que había en la sala, colocado enfrente del presentador.
-Me llamo Bob y soy el presentador del programa, encantado- se estrecharon las manos- ¿Cómo estáis?
-Bien, ansioso de aclarar los rumores- confesó el cantante.
-Guay, mirad, hoy tenéis que contar lo ocurrido y lo que ha pasado realmente. Al final del programa, va a haber una encuesta. El público os escuchara en la televisión y contestará si creen a Taylor o a Emma- contestó Bob.
Los chicos no dijeron nada, sabía que a ambos no le gustaba la encuesta. Emma buscó entre el público y divisó a Anna y a Niall en la sala VIP. Anna la sonrió y vocalizó con los labios: ‘Sé fuerte’.
-Bueno, para empezar tengo que haceros unas cuantas preguntas antes del debate- dijo el presentador.
-Pregunta- respondió Emma.
-¿Cómo os conocisteis?- preguntó el presentador. Harry tomó la palabra:
-En el concierto del sábado, la conocí junto a sus amigas y me cayó bien.
-Bien, ¿Qué hicisteis el sábado por la noche, después de conoceros?
Esta vez, Emma habló, pero no dio el detalle de que estaba enferma.
-Fuimos al McDonald’s con mis amigas y con la banda.
- Guay, ¿y ayer que hicisteis?- preguntó de nuevo Bob. Harry vaciló, y Emma de nuevo tomó la palabra.
-La tubería de su coche se había roto y me pidió ayuda a arreglarlo. Entonces fui a su casa y arreglé su coche. Eso es todo. No pasó nada más.
-¿Y porque Taylor dijo que tú tenías la camiseta de Harry?
-Mira, después de arreglar el coche teníamos hambre. Pedí comida y al comer ella se manchó y le presté la camiseta que llevaba puesta- dijo Harry hablando muy deprisa.
-Ya, ¿se cambió delante de ti?- preguntó el presentador.
Los dos se quedaron petrificados. No sabían que responder.
-Sí…- susurró Harry- somos amigos y tenemos confianza.
-¿Confianza? ¿Tenéis tanta confianza como para acostaros juntos?- dijo violentamente Bob.
-¡No nos acostamos juntos! ¡Esa Taylor es una falsa! Se lo ha inventado todo…- explotó Emma- no tenéis pruebas.
Harry la tranquilizó y cogió la mano de Emma para que se calmase. Estaba furiosa.
-La prueba es esta camiseta, al parecer Taylor vio la camiseta de Emma tirada en el suelo- el presentador estaba orgulloso de haber hecho bien el trabajo.
-¿Qué camiseta? No hay ninguna camise…- dijo Harry.
Harry y Emma se acordaron. La chica al quitarse su camiseta, lo tiró al suelo y se puso la de Harry. Habían metido la pata bien al fondo.
-N-no. Me quité la camiseta y la dejé al suelo, y a continuación me puse la de Harry… Por favor, tenéis que creerme- dijo Emma al público- por favor.
-Las preguntas se han acabado, han sido suficiente por hoy- dijo el presentador- vamos a esperar que el público vote la encuesta. La votación es para todos los países.
Los dos abrieron los ojos como platos. ¿Todo el mundo? Madre mía...
Después de cinco minutos, el presentador dijo:
-Ya se acabó la votación. Ahora nos mostrarán la ganadora.
Los tres y el público del programa vieron el cartel electrónico que había. Estaba claramente quién había perdido.
                                                            
                                           ~~~
Guiomar y Hay se encontraban en la cafetería del instituto.
-¿Qué crees que la han pasado?- preguntó Hay a Guiomar.
-Bah, habrán hecho pellas y no han querido venir al cole- respondió la rubia, tranquila.
-No… Ellas no harían eso- respondió Hay nerviosa. Estaba muy preocupada.
-Anda no te preoc…- el sonido de la tele la había interrumpido. Había oído ‘Emma Smith’.
Las dos giraron sus cabezas para  ver la tele del instituto. No eran las únicas que estaban mirando la tele, todos los que estaban en la cafetería también miraban.
<¿Confianza? ¿Tenéis tanta confianza como para acostaros juntos?> se sonó en la tele.
Hay escupió lo que estaba bebiendo. ¡¿Había escuchado bien?!
<¡No nos acostamos juntos! ¡Esa Taylor es una falsa! Se lo ha inventado todo… No tenéis pruebas.>
Ambas se miraron, esa voz era de Emma. Las dos vieron la tele atentamente, no podía creer que Emma haya hecho esto. Las dos se enteraron de que Harry se ‘acostó’ con una chica y le puso los cuernos a Tay, pero no sabían que esa chica era su amiga.
Ahora era la hora de la encuesta. Tenían cinco minutos para mandar un mensaje al  434 y poner ‘Emma’ o ‘Taylor’.
Hay y Guiomar se miraron. Estaban muy nerviosas, ¿por qué su amiga no las había dicho nada?
-Voy a votar- respondió Hay.
-¿A quién?- preguntó Guiomar.
-¿Cómo que a quién? ¡Pues a mi mejor amiga, claramente!- dijo la pequeña del grupo enfadada-¿ es que no la crees?
-Claro que la creo, yo también voy a votar- afirmó la rubia.
Ambas teclearon el mensaje y lo mandaron al 434. Al enviar el mensaje, las dos miraron la tele esperando la votación. Ya había terminado.
       TAYLOR  SWIFT                    EMMA SMITH

               71%                                        29%

martes, 10 de septiembre de 2013

Una sorpresa inesperada



Era evidente que Harry la había tomado como tonta. A Emma se le olvidó completamente que tenía novia… Bueno, novia no, prometida. Dios… ¿Cómo pudo hacer esto?
Caminaba hacia su casa con la cara cubierta de lágrimas, apresurándose a limpiarse para que no la vean sus padres llorar. Pero antes de llegar a su casa vio a alguien.
-¿Anna? ¿Esta es…? ¡ANNA!- Emma echó a correr- ¿Qué haces aquí?
-Em… Emma, he sa-salido d-de mi ca-casa- Anna no paraba de llorar y le costaba respirar- no pu-puedo a-aguantar m-más.
-Dios, Anna. ¿Qué es lo que ha pasado? Espera, intenta taparte la cara un poco y entramos a mi casa- Pero antes, Emma se limpió la cara también con la manga de la camiseta. La camiseta de Harry. Eso casi la hace llorar de nuevo.
Abrió la puerta y vio a su familia completa en el salón viendo una película. Todos giraron sus cabezas hacia ellas.
-Hola familia. Los padres de Anna se han tenido que ir a Irlanda a hacer un recado y ella se tiene que quedar aquí- mintió Emma. Y no era la primera vez que mentía en esta semana.
- Claro, por supuesto. Pero… ¿Y la mochila del colegio para mañana?- preguntó su madre.
Mierda, había metido la pata, y bien al fondo.
-No hacía falta. Tengo todos los libros en el cole, gracias- contestó sabiamente Anna.
Las chicas recibieron una mirada no muy coherente por parte de su madre. Y subieron a su habitación.
-Anna, me vas a contar todo lo que te ha pasado- dijo firmemente Emma- ya.
-Ahora no Emma, no me siento muy bien- pidió Anna- por favor.
-Está bien, tranquila. No pasa nada, estarás bien aquí- contestó su amiga.
-¿Y tú? A ti también te he visto llorar… ¿De dónde venías? – preguntó la amiga morena.
-Venía de casa de… Harry.
-¿Harry? ¿Harry Styles?
Emma le contó todo lo sucedido y Anna escuchó atentamente a las palabras de su amiga. Al acabar el relato, Anna suspiró y Emma se quitó la camiseta de Harry que olía muchísimo a él.
-No me lo puedo creer… Él, él no es así. Cuando le conocí ayer pensaba que era un chico diferente- contestó Anna, intentando animar a la rubia.
-Las aparencias engañan… Sólo me quería utilizar y al día siguiente ni me conoce- contestó llorando Emma, poniéndose una camiseta nueva.
-Sí, es cierto que las aparencias engañan, pero no creo que él sea así…- animó Anna.
Emma lloró desconsoladamente y Anna la abrazó intentando consolarla. Al final, las dos lloraban.
-Anna… ¿Por qué no fuiste a casa de Hay? Vivís en el mismo piso…- preguntó Em.
-Hay está con sus clases de piano, y no quiero molestarla- dijo Anna.
Las dos se sentaron en la cama de Emma y encendieron la tele.
<El cantante Harry Styles ha roto con su novia, la cantante Taylor Swift, esta mañana>
Las dos se miraron. Emma se puso a llorar ruidosamente.
-¡He hecho romper a una pareja! Peor aún… ¡Una pareja de mundialmente famosos!- chilló Em- Oh, my god.
-Tranquila, tranquila… A lo mejor has hecho pensar a Harry que Tay no es su chica- respondió Anna.
<Él es un capullo, esta mañana le dejé porque le vi con una chica en mi cama>- habló Tay en la tele.
-¡¿Qué?! Se te olvidó el detalle de que estuvisteis en la cama…- dijo Anna.
-¿Cómo? ¡No! Nosotros… Es decir, Harry y yo no hemos… ¡No hemos hecho nada en la cama!- gritó preocupada Em- ¡es una mentirosa! ¡se lo ha inventado todo para avergonzar a Harry!
<Era una chica rubia, bastante guapa como para atraer a ese cabrón y tirarle a la cama. Puta, me has destrozado la vida. Destrozado, ¿te enteras?>- se oyó en la tele la misma voz de antes.
-¡PERO COMO SE ATREVE! ¡SI YO NO HICE NADA!- explotó la chica rubia, parecía una bomba humana.
-Emma, ¿Qué haces hablando con la tele?- se oyó una vocecilla desde la puerta de su habitación.
-April… Es mejor que te vayas- evitó Anna.
-Taylor y Harry han roto, lo he oído en la tele del salón. Hay un rumor de que Harry la puso los cuernos con Tay con una p… Y lo que sigue- comentó April.
Anna echó a la pelirroja de la habitación y cerró la puerta.
-¡ES MENTIRA! TODO ES UNA GRAN MENTIRA, YO SÓLO FUI A SU CASA A ARREGLAR SU PUTO COCHE Y LUEG…- chilló como una loca Emma.
-Emma, ya lo sé. Y no alces más la voz que te van a oír todos- dijo Anna con un tono preocupado.
En ese momento, Anna cogió su móvil y tecleó durante unos minutos. Luego dejó su blackberry morada en la mesa de deberes de Em y dijo:
-Espera y verás.
-¿Qué?
-Tú calla y espera.
Anna y Emma estuvieron calladas viendo la televisión. Tay decía cosas horribles sobre Emma y Harry. Y muchas fans de Tay insultaban al cantante del pelo rizado. Decían barbaridades sobre él, era horrible. Después de quince minutos se oyó un grito de las gemelas procedente de abajo.
-¡LIAM PAYNE! ¡LIAM PAYNE ESTÁ EN NUESTRO SALÓN!- chillaron las gemelas como locas.
-¿Qué? ¿Qué coño hace Liam aquí?- preguntó la rubia.
-Le he dicho que viniera, tenemos que hablar los tres. Vamos abajo- dijo la morena.
Ambas bajaron al salón. Vieron a Liam Payne hablando con el padre de Emma y las gemelas gritando alrededor del cantante.
-Señor… Sólo quería hablar con su hija y Anna, por favor.
-¿Es usted Diam el cantante de One Direfcion?- preguntó su padre.
-SÍÍÍÍÍ, ES EL PAPÁ. ES ÉL. ¿ERES AMIGO DE MI HERMANA?
-Me llamo Liam y sí, soy de One Direction… Y también soy amigo de tu hermana- repuso Liam.
-No me lo puedo creer… ¿Nos estás tomando el pelo? Seguro que será una broma pesada de las chicas… ¡Emma! ¡Anna! Estáis aquí… Este chico dice que os conoce- su padre las había visto bajar por las escaleras.
-Hola chicas- dijo tranquilamente Liam.
-Hey Liam, ¿Qué tal?- preguntó Anna.
-¿QUE QUÉ TAL? ¿OS CONOCÉIS O ALGO?- chilló una de las gemelas.
-Papá, no nos preguntes. Liam tiene que subir a mi cuarto, tenemos que hablar los tres. Cuando pueda te explico todo, por favor- suplicó Emma.
El padre miró a su hija. Luego a Anna y finalmente a Liam.
-Está bien… Tened cuidado y no hagáis nada- dijo el padre.
-Pero papá, yo…- empezó Aroa a hablar.
-No. Más tarde, April- repuso Will.
-Soy Aroa- murmuró a regañadientes la niña, caminando hacia la cocina- no sabes quiénes son tus propias hijas…
Los tres chicos subieron por las escaleras hasta llegar a la habitación de Emma.
-Sé que no está muy ordenado… Anna no me dijo nada de que vendrías- Emma echó una mirada severa a su amiga.
-No pasa nada, tengo que decirte unas cuantas cosas- Liam se sentó en la cama de Emma. Las chicas también se sentaron en la cama.
-Dime… ¿Qué quieres decirme?- preguntó Emma.
-Verás… Harry y Tay salieron hace dos pares de meses o así… Bueno, la cuestión es que no hacían buena pareja. Nunca se mostraban cariñosos, ni se daban besos, ni nada. Harry nunca estuvo enamorado de Taylor, lo veo en sus ojos- dijo Liam.
Emma suspiró y empezó a llorar de nuevo. Anna la abrazó y limpió las lágrimas de su amiga.
-Pero… Aun así he roto una pareja, me he entrometido entre ellos- dijo Emma.
- No has roto nada, has enseñado a Harry de que Taylor no es su chica… Él se ha quitado un peso de encima, él mismo me lo ha dicho por teléfono- Liam se levantó de la cama y empezó a dar vueltas por la habitación- a mí nunca me cayó bien Taylor, siempre se burló de mi miedo con las cucharas.
Las chicas empezaron a reír. Era la primera vez que Emma se reía después de lo sucedido.
-¿Tienes miedo de las cucharas? Pero… No quiero ofenderte Liam, pero eso es para reírse…- dijo Anna.
-No, ella no se reía de mi miedo. Se reía de mí y lo publicó en internet burlándose y siempre me dejaba fatal cuando estaba en público- suspiró Liam- ni a mí ni a los chicos les cae bien.
-Pero… estaban prometidos… Se iban a casar- cambió de tema Emma entrecortadamente, le costaba hablar sobre la relación entre los cantantes.
-¿Quién te ha dicho eso? ¡Eso es mentira!- gritó Liam furioso- no se iban a casar ni nada por el estilo.
-Taylor es una mentirosa. Liam, ¿has visto lo que ha dicho en la tele sobre Emma?- dijo Anna, también furiosa.
-Sí, de eso os iba a hablar precisamente. Harry mañana irá a un programa a decir que todo es falso, los fans le están dejando verde y él está muy mal- sentenció Liam.
-Bien hecho- dijo Anna- ¡HARRY TIENES QUE IR A ESE PROGRAMA A DECIR QUE ESTA ZORRA ES UNA PUTA FALSA!
-Anna…
-Perdón Emma, me he pasado. ¡Es que no puedo creer que diga una mentira tan grande en la televisión! ¡Y mucho menos si es sobre ti!
-Y no es la primera vez que miente en la televisión- añadió Liam- por cierto, tienes que ir al programa, Emma.
-¿Qué dices? ¡Yo no voy ni loca!- gritó Emma- además tengo insti.
-Emma por favor. Harry ha perdido millones de fans por culpa de esa vieja, con perdón… Y él tiene que demostrar que es falso, si no, nadie le cree… Por favor Emma, hazlo por Harry- pidió Liam.
-¿Después de lo que me hizo él a mí? Mi respuesta no va a cambiar- dijo firmemente Emma.
-¡Él no te hizo nada!- defendió Liam.
- ¡SI QUE ME HA HECHO!- gritó Emma.
-No os peleéis, por favor…- Anna no quería que ambos se peleasen- como sigáis así, os va a oír los habitantes de China.
-¿QUÉ  TE HA HECHO?- alzó más la voz Liam, sin hacer caso a Anna.
-¿QUE QUÉ ME HA HECHO? ¡ESTE ESTÚPIDO LO QUE HIZO ES QUE ME ENAMORARA DE ÉL! ¡ESTE ESTÚPIDO HIZO QUE MI CORAZÓN LATIERA A MIL CUANDO ESTOY A SU LADO! ¡ÉL ES EL ESTÚPIDO DEL QUE ESTOY ENAMORADA!- confesó Emma. Después de eso, la rubia se tapó la boca con las manos. Se le había escapado, que tonta había sido…
Anna y Liam se quedaron atónitos ante la confesión de su amiga. Sospechaban de que había una química entre los dos. Pero no que Emma chillara de esta forma, confesando sus sentimientos.
-Lo… Lo siento muchísimo Emma- dijo Liam- de verdad que lo siento mucho. Oh… Perdóname de haberte acusado de esta forma.
-Y yo de haberte gritado. Pero soy una tonta, una chica del montón, enamorada de Harry Styles, un cantante mundialmente famoso. ¿Cómo se va a enamorar de mí? He sido una imbécil completamente…
-No eres una tonta. Harry nunca ha bebido coca-cola, y ayer lo hizo por ti. Harry nunca ha invitado a una chica a su casa a comer- dijo Liam.
- Harry bebió coca-cola porque yo se lo pedí y no me invitó a comer, sólo quería que arreglara su coche y como acabamos muy tarde, comimos- defendió la rubia.
Se oyó un chirrido de una puerta. La puerta de la habitación de Em se estaba abriendo. Por ella entraron dos niñas pelirrojas.
-Oye Liam Payne… ¿Nos firmas un autógrafo?
Los tres chicos sonrieron.
-Claro, y una foto si queréis- dijo el cantante.
Las chicas abrazaron a Liam y Emma sacó su cámara para hacerles una foto. Después Liam firmó el libro de One Direction que tenían las niñas.
Las cuatro chicas acompañaron a Liam abajo. Justo cuando Emma iba a cerrar la puerta principal, Liam agarró su mano y la preguntó:
-¿Irás mañana al programa?
-Está bien.
-Mañana Harry te mandará un mensaje en el móvil y te dirá el lugar y la hora.
Liam la giñó un ojo y se tapó la cara con la capucha. Se giró y se fue silenciosamente tal y como había venido.

Emma suspiró. Cerró la puerta de su casa y vio a Anna que la sonreía. Em también sonrió.

sábado, 7 de septiembre de 2013

Dos lagrimas que no merecen salir


VIERNES, 12 DE ABRIL DE 2013

7- Dos lágrimas que no merecen salir.



-¡¡¡AROA, QUE ME DES EL P… DAME MI CEPILLO!!!
Este es el grito que despertó a Emma esta mañana. Ahora estaba desayunando con toda su familia. Emma cogió cereales y los echó en su cola-cao.
-Emma, no nos has dicho nada sobre el concierto de ayer. ¿Qué tal te lo has pasado con tus amigas?- preguntó su padre.
-Eso, eso. ¿Has ligado?- comentó April
-Hija, no digas tonterías anda. ¿Por qué llegaste tan tarde ayer? No lo vuelvas a hacer, no nos a gustado nada- regañó su madre.
-Me lo he pasado estupendamente, papá. No lo volveré a hacer, mamá. Se me pasó la hora, perdón.
-A mí me encanta One Direction, ojalá les pudiese conocer- dijo Aroa- son guapísimos.
-¿Te gustan? Desde cuándo- preguntó Emma, extrañada- nunca has comentado sobre ellos, ni escuchas sus canciones.
-Sí que las escucho, lo que pasa es que no te enteras. A mí y a Aroa nos encanta, somos directioners- se defendió la otra gemela.
Vaya… Emma no sabía nada de que a sus hermanas le gustasen la banda británica. Emma se levantó para ir a hacer los deberes que todavía no ha empezado a hacerlos.
-Ah por cierto, me ha mandado un mensaje tu prima Belén. Dice que va a venir una semana aquí a Londres a visitarnos. Se va a quedar aquí a dormir- recordó Amy, la madre de los cuatro.
-¿LA PRIMA BELÉN? ¿LO DICES EN SERIO?- se sobresaltaron los cuatro hermanos- ¡Hace muchísimo tiempo que no la veo! ¡Qué ganas tengo de verla!- gritó Emma.
-Sí, la echamos mucho de menos. Es una chica encantadora, es una pena que fuera…- comentó su padre.
- A ella no le importa ser así, ella es feliz. Tiene muchísimos amigos, yo no veo ningún inconveniente. Para mí no tiene ningún defecto- terció Emma.
Su prima Belén es española. Ella era sorda de nacimiento. No oía nada y se comunicaba con LSE (signos de sordos), sus tíos y la hermana pequeña de Belén sabían LSE y se comunicaban fácilmente con ella. Belén es feliz, tiene muchísimos amigos sordos y tiene un novio sordo que es guapísimo (que sólo le conoció una vez). Su prima era buenísima y muy simpática, era fuerte y no le importaba tener esa discapacidad. A Em no le importa, ella se siente orgullosa de tener una prima así, de pequeña eran las mejores amigas pero con la distancia se fueron alejándose. Emma también sabía LSE, de pequeña su prima la enseñó y ella se esforzó muchísimo en aprenderlo, ya que a ella le parecía un lenguaje diferente a los demás y muy interesante. Ella era una de las cosas que por eso aprendía español, aunque su prima sabía inglés.
-Luego la mandaré un SMS y la contestaré de que estoy encantada de que venga- contestó su hija mayor.
Em subió a su cuarto y cogió la ropa de ayer para lavarlo. Al cogerlo, vio que se cayó algo procedente del bolsillo. Se agachó y lo cogió para verlo mejor. Era una nota. Las letras eran de perfecto tamaño.
Hey, necesito un cuerpo pequeño para que quepa debajo de mi coche, se ha roto un tubo de escape y necesito a alguien que me lo repare. ¿te apuntas? A las 12 en mi casita 
Mi dirección es: Baker Street, número 8.
PD: no le des mi calle a nadie, que si no las fans…
Harry.
¿Harry la había invitado a su casa? Bueno, no la había invitado… Si no, para reparar un coche. Bueno, qué más da, hoy no tenía nada que hacer, así que se apunta. Miró su reloj, ¡son las once y media! Se apresuró a cambiarse de ropa a toda velocidad (camiseta de manga corta, sudadera de OBEY, mayas negras y vans rosas fosforito), cepillarse el pelo y los dientes. Le mintió a sus padres que había quedado con Hay por una duda de matemáticas y salió pitando de su casa.
Llegó al metro y pagó su ticket, esperó dos minutos a que viniese su tren correspondiente y entró dentro.
Emma se dio cuenta que dentro del tren había un cartel colgado del plano del metro, ella echó un vistazo:
-Veamos, veamos Baker Street,  ¡tres paradas! ¡La casa de Harry Styles y la mía está cerquísima!
La gente que estaba en el metro la miraron como si estuviese loca. Un grupo de chicas de 14 años se rieron de Em ante la exclamación de ésta. La chica, avergonzada, se sentó en un asiento libre y estuvo con la cabeza bajada durante todo el trayecto hasta llegar a su destino.
La rubia se bajó del metro y salió corriendo, eran las doce y cinco. Cuando subió al aire libre, echó un vistazo a su alrededor. Como no tenía ni idea, preguntó a una anciana sentada en un banco dando de comer a las palomas.
-En ese camino de allí, por la derecha y cuando veas una pastelería giras por la izquierda y llegarás allí- dijo la señora con un acento muy americano.
Emma echó una carrerilla hacia la calle que le indicó la anciana y giró a la derecha. Al llegar a la pastelería, se paró, se le hacía boca agua, tenía un hambre… La chica inició de nuevo la carrerilla por la izquierda y llegó a una mansión enorme muy bonita. Había una enorme puerta con un número perfectamente marcado: el 8.
Seguro que es esta. Son las doce y cuarto.
Al llegar a la cancela no vio ningún timbre, así que entró al jardín y llamó a la puerta principal.
Uno, dos, diez segundos. Harry no le abría. Em se sintió traicionada, ¿y si la había engañado? Seguro que la había tomado el pelo y ahora estaría partiéndose de risa con los demás chicos.
-Por un momento pensaba que no vendrías- Emma levantó la cabeza, era Harry y estaba sonriente- ¿Qué tal estas?
-¿Qué que tal estoy? ¡Porque has tardado tanto en abrir la maldita puerta!- chilló Emma, era evidente que estaba enfadadísima.
-Lo siento, estaba en el baño… ¿Qué pensabas? ¿Qué te iba a dejar plantada o…?- al ver la cara de Em, dijo- yo nunca haría eso, nunca.
Emma aceptó sus disculpas y entró en su casa.
-¿A eso le llamas casita? ¡Es un pedazo de casa!- exclamó la rubia.
Harry rió, le caía bien esta chica.
-¿Te gusta? Sé que no soy muy bueno en decorar la casa… Antes vivía con mis padres y mi hermana, pero al hacerme famoso tuve que mudarme- comentó tristemente Harry.
-Es preciosa- contestó Emma- es muy duro tener que vivir solo.
-Es horrible. No te creas que ser una estrella tiene ventajas, también tiene sus inconvenientes como estar fuera de tu ciudad casi todo el tiempo y ver muy pocas veces a tu familia o amigos.
-Lo sé… Bueno, ¿arreglamos tu coche?
-Sí, sí. Por aquí- el cantante mostró una puerta que estaba en el hall, bajaron por las escaleras y allí abajo estaba el garaje. Era como una especie de sótano.
-¿Ése es tu coche? ¿Me lo estás diciendo en broma, verdad?- preguntó Emma. El coche de Harry era un Renault azul, chiquitito y con cuatro plazas.
-¿Qué te esperabas? ¿Un ferrari?- inquirió Harry- no me gustan los coches de lujo. Paso de estas cosas.
-Pues deberías de estar loco, ¡a mí me encantan los coches! Cuando saque el carnet de conducir, claro…- dijo la chica.
-Eres como los otros- rió- los chicos de la banda, me refiero.
-¡EN MARCHA! ¡A ARRANCAR MOTORES!- chilló infantilmente la rubia de ojos azules y los dos rieron.
Harry se quitó la chaqueta que llevaba puesta y enseñó su torso musculoso. Era un sufrimiento tener que estar al lado de él arreglando un maldito coche cuando te mueres por besarlo. Pasaron horas y horas arreglando el coche mientras se contaban curiosidades y cosas de ellos. Cuando por fin arreglaron el coche, Harry se puso la camiseta y la tensión de Em bajó. Ambos estaban hambrientos.
-Voy a pedir comida china, ¿te gusta?- pregunto el chico de los ojos verdes.
-Me encanta, gracias- contestó su compañera de taller.
-Arroz tres delicias, tallarines, rollo primavera y pato.
-Perfecto.
Después de quince minutos, llegó la comida y empezaron a comer.
-Mmmm, los tallarines están deliciosos. Pero me hubiese gustado más que cocinases tú- dijo Emma.
-¿Por qué quieres que cocine yo? ¡Serás machista!- bromeó Harry.
Los chicos rieron, se rieron tanto que Em accidentalmente se manchó la camiseta de la salsa de los tallarines.
-Ups.
-No pasa nada, ya te presto yo el mío- dijo Harry- me muero de calor.
El chico se quitó la camiseta y se la dio a Emma. Ella, avergonzada, se quitó la camiseta, estaba en sujetador. Harry se dio cuenta y apartó la mirada, cuando se puso la camiseta de Harry, el chico volvió a mirarla con sus preciosos ojos verdosos. La camiseta olía a él.
-¿Me das tu número de teléfono? Me gustaría estar en contacto contigo, eres muy maja- dijó Harry.
Emma asintió y le dio su número de teléfono.
-Mañana te llamaré y guardas mi número de teléfono.
-Vale.
-¡Harry! ¡Harry, amor!- se oyó una voz en la entrada de la casa.
Emma se quedó paralizada. Miró a Harry que tenía los ojos como platos. Aquella voz la había escuchado en la tele.
-¡Anda, pero si estás aqu…! ¡¿Quién es esa?!- gritó Taylor. Sí, sí, esa misma, Taylor Swift, la novia de Harry.
-Eh… Yo ya me iba, lo siento- dijo Emma. Estaba enfadadísima consigo misma, era una tonta por haber venido.
-No. Quiero una explicación. ¿Qué hace mi novio desnudo, comiendo con una chica que ni conozco, que lleva la ropa de mi prometido?
Prometido. Había dicho prometido. ¿Se iban a casar? Y Harry había estado tonteando con ella, que tonta había sido. El chico estaba sentado en el sillón, estaba callado, mirando a su novia.
-Adiós- Emma se levantó del sillón en el que hace unos minutos se reía con Harry.
-Lo… Lo siento, Emma. Mañana te llamo- dijo Harry tristemente.
-No te molestes en llamarme, gracias- gruñó la chica
Emma salió pitando de la casa, llegó a la puerta y salió fuera. Se le nublaba la vista, tenía la cara cubierta de lágrimas.

                                                                 ~~~

-¡PAPÁ! NO PUEDES HACERME ESTO.
-¡Hija, me lo han ofrecido y yo he aceptado, tendremos más dinero y nuestra situación económica mejorará! Ya lo aceptarás.
-¡No! ¡No puedo hacer esto a mis amigas! ¡Eres cruel, solo piensas en tu trabajo y en ti mismo!
La chica recibió una bofetada.
-Lo siento, pero lo merecías- contestó su padre.
La chica salió cogió su bolso y salió fuera de su casa. Dió un portazo y se fue corriendo.
Anna corría con la cara hinchada y llorando en dirección a la casa de Emma.

viernes, 6 de septiembre de 2013

Todo a sido un sueño




-Sabía que se encontraba mal, se que la pasa algo- oyó una voz- eso no es normal.
-Ya, Guiomar. El otro día vomitó en la cafetería del instituto cuando volví del baño.
-La señorita Smith está muy pálida. Se despertará en cuestión de minutos- dijo una voz desconocida- tiene que comer algo, y estará como nueva.
-Gracias, doctora. Ya comerá- Emma no dio crédito a lo que oía. No, no podía ser…
Emma abrió los ojos y se levantó de la camilla, temblando.
-¡Emma! ¡Gracias a Dios que estás bien! ¿Estás mejor?- gritó Hay.
-S-sí. E-estoy me-mejor- tartamudeó, seguro que estaba soñando, ¿Cómo iba a estar él, como si nada hubiese pasado, al lado de ella?
-Tranquila Emma, estás mejor. Lo ha dicho la doctora- aseguró Harry.
Sus tres mejores amigas rieron.
-Yo tampoco pude creerlo. Cuando te desmayaste, él vino a por ti y te sujetó a tiempo- aclaró Guiomar- te cogió en brazos y te llevo a la enfermería; y nosotras le seguimos, claro.
-Bueno, tú no le seguiste. Tú te dedicaste dar saltitos y a gritar: ‘HARRY STYLES HA SALVADO A EMMA, HARRY STYLES HA SALVADO A EMMA’- imitó Hay.
Harry, Anna y Em rieron. Harry miró directamente los ojos azulados de Emma, ella se sonrojó y apartó la mirada. Hubo unos segundos de silencio. Todos estaban tensos.
-Bueno… Emma tiene que cenar. Si queréis, los chicos y yo os llevamos a un restaurante- dijo Harry. Pero al ver las caras que ponían las chicas se apresuró a decir- yo invito.
-No, no es por eso. No puedo creer que un famoso, bueno, cinco famosos nos invite a cenar- contestó Anna- nosotras aceptamos, ¿Qué decís chicas?
-¡SÍSÍSÍSÍ!- chilló la mayor de las chicas- ¡¿Quién iba a negar esta propuesta?! ¡Estaría loca!
-Pues yo… De verdad que no puedo, gracias. Pero prometí a mis padres llegar pronto a casa- mintió Emma. Ese chico no le caía bien, seguro que sólo quería invitarlas para aprovecharse y emborracharlas, seguro que la noche acabaría mal- de verdad que no puedo, lo siento. Id vosotras chicas, yo voy en metro.
-No… Por favor Emma, lo pasaremos bien. Solo será una cena y ya está- insistió el cantante del pelo rizado- no vamos a hacer nada más, lo prometo.
Las chicas se quedaron boquiabiertas. ¿El cantante estaba insistiendo de que Emma se quedaría a cenar con ellos?
-Venga porfi…- pidió Anna- por una vez que nos quedamos a cenar fuera…
-Anda, vente, lo pasaremos bien- apoyó Hay.
Guiomar hizo pucheritos de bebé y gestos tristes para que vaya. Al final Emma cedió, pero solo por sus amigas.
-Venga… Si vosotras queréis, que así sea- gruñó Emma.
Las chicas aplaudieron y Harry sonrió. Había conseguido que esta chica se quedase a cenar con ellos.

                                                  ~~~ 

Una hora después, los nueve chicos estaban en una limusina. Se llevaban muy bien, parecían conocerse desde toda la vida. Hacían tonterías, cantaban y contaban chistes; pero ahora se dedicaban a elegir el restaurante que iban a cenar.
-Al Nando’s- pidió Niall, en cantante rubio.
-¡No, no! Al Tommy Mel’s- ofreció Hay- el otro día fui con mi padre y estaba buenísimo.
-¿Por qué no vamos al McDonald’s y ya está?- propuso Harry.
-Sí, me parece buena idea- apoyó Em. Era la que menos alegre estaba de los nueve.
Los chicos aceptaron y entraron al McDonald’s. Eran las 11 y media de la noche y la sala estaba completamente vacía. Había unas cuatro personas dentro, pero aun así, los One Direction se pusieron un gorro y entraron cabizbajos para pasar desapercibidos.
Pidieron las comidas. Niall, Hay y Liam pidieron un Royal Chicken; Zayn y Anna un McWrap; Louis un McRoyal Deluxe y Harry y Emma un McPollo. Todos pidieron patatas fritas, menos Hay y Niall que prefirieron patatas deluxe.
-Está delicioso. Nunca me cansaré de ir al McDonald’s- dijo Em.
-Yooo taampooocoo- contestó Niall con un tono bastante cantarín- aunque prefiero la comida que sirven en Nando’s.
-Yo nunca he ido allí- dijo Hay.
-¡Pues deberías! Seguro que te encantará. ¡Las comidas son mágicas, no hay ninguna comida que supere a las de Nando’s!- gritó Niall.
-Bueno, bueno. Tampoco exageres, nos has mandado ir un montón de veces allí que nosotros ya nos hemos hartado de la comida de Nando’s- terció Harry.
Todos rieron, menos Niall claro, que estuvo defendiendo de la comida de Nando’s.
-Eh, ¿queréis alguna bebida? No hemos pedido y estoy muerto de sed- preguntó el cantante Styles.
-Puuuf, yo también quiero, ¿te hace una coca-cola? Pero entera no me lo voy a tomar…
Emma oyó risitas, se giró y vio a los chicos de la banda intentando no reírse. Harry no les hizo caso.
-Da igual, lo compartes conmigo- dijo el ricitos- ahora vuelvo.
Los chicos estallaron en carcajadas, se produjo un extremo sonoro de risas en todo el restaurante.
-¿Qué tiene de malo que Em y Harry quieran coca-cola?- preguntó Guiomar.
-No… No e-es eso…- Zayn estaba llorando a lágrima viva de tanto reír y no podía hablar.
-Sois unos panolis, estáis locos- rió Emma- ¿Pero qué coño os pasa?
-N-nos reímos de Ha-harry. A él…-empezó Liam, las chicas escucharon pacientemente, pues éste tartamudeaba de tanto reír- A él no le gusta la coca-cola.
-¿Y? Solo por una vez que lo toma porque le apetece…- dijo Hay.
- No, no. A Harry le da asco la coca-cola, no le gusta nada. Nunca le hemos visto a Harry tomarse una coca-cola- contestó el rubio.
-Bueno… Pues qué raro- masculló Em.
Harry volvió con la bebida, éste puso dos pajitas al vaso y ofreció a Emma a beber. Ésta bebió un poco y lo dejó de nuevo en la mesa.
Liam, Louis y Anna empezaron a hablar animadamente sobre los libros que les gustaban. Hay y Niall empezaron a decirse chistes e historias de terror, ya que ambos eran frikis. Guiomar se fue al baño.
-Eh… Esto… Harry, ¿no quieres un poco de coca-cola?- preguntó Emma.
-Eh… sí, sí claro.
Harry comenzó a beber coca-cola y Emma vio que éste ponía mueca de desagrado.
-Anda tonto…- comenzó a decir Emma. La chica le quitó el vaso de las manos- sé que no te gusta la coca-cola, ¿Por qué te la bebes?
- Eh… Pensaba que  tú querías y me daba corte decir que no.
- Que tonto eres, si querías fanta, no pasaba nada. ¡Qué no muerdo!
Ambos comenzaron a reír. Era la primera vez que se reían juntos, los dos.
-Oye Harry, ¿tienes novia?- preguntó Em. Esto cogió desprevenido a Harry que tardó varios segundos en contestar.
-Sí… Taylor, Taylor Swift.
‘¿Eres gilipollas o practicas?’ Emma se enfadó consigo misma por preguntar aquello. ¿Cómo demonios se iba a enamorar un famoso de ella? Le conoce desde hace unas horas y ¡ya se ha enamorado!
-Ah… pues es una chica muy afortunada- Emma trató de sonreír, pero no lo consiguió- ¿Cuánto tiempo lleváis juntos?
Guiomar volvió del baño.
- 5 meses- Harry también intentó sonreír, aunque también sin éxito.
-Eh chicos, es bastante tarde. Nos tenemos que ir- interrumpió Louis las conversaciones de todos- son las 12 y media, y esto va a cerrar ya. Llevamos a las chicas a sus casas, venga.
Todos se levantaron y se marcharon del McDonald’s. Em intentó olvidarse de lo sucedido y comenzó a charlar con Zayn, otro chico muy majo. Subieron a la limusina, Louis se puso de copiloto; Guiomar, Zayn, Hay y Liam detrás; y Harry, Em, Anna y Niall al final del todo.
Cuando Emma llegó a su casa, estaba todo vacío y oscuro. Sus padres y sus hermanos seguramente estuvieran dormidos. Subió silenciosamente por las escaleras hasta llegar a su habitación, pero oyó un ruido y ésta, asustada, se giró.
-Perdona, soy yo…-era Justin, su hermano- estábamos muy preocupados por ti, has llegado muy tarde. El concierto terminaba a las 10 y media. Mamá y papá se han puesto a inventarse historias de lo que te ha podido pasar, que si te han secuestrado, que si te han violado o que si te has vuelto loca y te has olvidado donde estaba tu casa…
-Lo siento, no me di cuenta.
-Te han mandado miles de mensajes, ¿no has tenido la dignidad de contestarles?- Justin estaba siendo bastante borde con ella, y no es normal.
-Tenía el móvil apagado por la batería. Ya te lo he dicho: lo siento.
La chica entró a su habitación, se puso el pijama a oscuras y se tumbó a la cama.

‘Mañana me despertaré y todo habrá sido un sueño, he conocido a cinco superestrellas de la música pop, deseados por millones de fans. Niall es el infantil, Louis el responsable, Liam el tranquilo, Zayn el bromista y Harry… es Harry’.

sábado, 31 de agosto de 2013

El concierto




Era sábado y el sol se asomaba con su luz intensa. Eran las diez de la mañana y hacía un día precioso. Emma se despertó, le provocaba un intenso dolor en la tripa. Eso no era normal, aquello era diferente, es como si alguien estuviese desgarrando su tripa por dentro.
Se levantó de la cama y esquivó el saco de dormir donde habitaba dormida Hay. En la cama de Guiomar había una litera y una cama, y a suertes, le toco a Hayley dormir en el saco.
Se aproximó a la puerta con cuidado para no despertar a las demás y corrió el largo pasillo que llegaba al baño. Cuando llegó, dobló las rodillas y vomitó en el váter. ‘No, no y no. Hoy no… ¡Hoy es el sábado del concierto, siempre tienes que pifiar las cosas, Emma, maldito estómago!’. Desde el lunes hasta ahora no vomitó, ni hubo señal de dolor en el estómago. Y justamente el sábado le tiene que doler, que fastidio.
Se levantó y tiró de la cadena, echó colonia al baño porque olía a vómito y no quería levantar sospechas. Abrió el grifo y se limpió la boca que estaba manchada.
Volvió a la habitación, sus tres amigas seguían dormidas. Em se rió al ver la postura de Anna, parecía un bebé. Em, aburrida, cogió el móvil de Anna y se dedicó a hacer fotos a sus tres alocadas amigas dormidas. Justamente, el móvil de Anna recibió un mensaje.
‘No, es personal y no puedo leerlo’-dijo una vocecita en su interior.
-‘¿Por qué no? Sois amigas y hay confianza-respondió otra voz.
La curiosidad venció a Emma y ésta leyó el mensaje que recibió su amiga.
De: papá.  Para: Anna.  Hora: 10:20
Hija, siento mucho lo de ayer pero tengo que hacerlo. Debes comprenderlo, no debes enfadarte e irte de casa así.. cuando vuelvas a casa lo hablamos tranquilamente, un beso hija y cuidate
¿A qué se refería el padre de Anna? ¿’Lo siento mucho, debes comprenderlo, lo hablamos tranquilamente’? Cuando Anna se despierte, se disculpará de haber cotilleado su móvil y la preguntará a que se refería su padre.
Em se fue a la cocina a preparar el desayuno para ella y sus amigas. Empezó a sacar los ingredientes. En la mesa de cocina de Guiomar había un reproductor de música, le dio al play en el primero que había y empezó a escuchar. Bajó un poco el volumen para no despertar a las dormilonas.
“Oh, I just wanna take you anywhere that you like. We could go out any day, any night. Baby I'll take you there, take you there. Baby I'll take you there, yeah
Era una canción de One Direction, Kiss You ¡¿Les iban a perseguir para siempre esas voces?!
Oh, tell me tell me tell me how to turn your love on. You can get, get anything that you want
Baby just shout it out, shout it out. Baby just shout it out, yeah
Harry. ¿Por qué tenía una voz que le enamoraba? No, no puede enamorarse de un famoso que ni sabe que existe.
“To-o-uch. You get this kind of, ru-u-ush. Baby say yeah, yeah, yeah, yeah, yeah, yeah. If you don't wanna, take it slow. And you just wanna, take me home. Baby say yeah, yeah, yeah, yeah, yeah”.
Comenzó a exprimir naranjas, mezclar ingredientes en boles y poner la mesa. Se salpicó un poco de harina. Em cocinaba y bailaba a la vez, dando vueltas por la cocina, riendo. La música no paraba de sonar y Emma puso todo en la mesa, cuatro tazas de cola cao y cuatro vasos de zumo de naranja recién exprimidas por ella, y después preparó las tortitas en la sartén.
-¡GUAU, PEDAZO DE DESAYUNO!- gritó una voz , sin duda era de Anna, desde la puerta de la cocina.
Emma se sobresaltó, menudo susto que la han pegado. Las tres entraron en la cocina, Anna estaba despierta pero, en cambio, las otras dos tenían unas caras horribles del sueño.
-Buenos días, dormilonas. ¿Os habéis despertado las tres a la vez? ¿Tenéis telepatía o qué?-bromeó Em.
-No, que la torpe de Anna se ha despertado y al levantarse de su cama se ha caído y nos ha despertado- se quejó la mayor, olió el aroma del desayuno y cerró los ojos aprovechando el buen olor- ya son las 11, que bien huele.
Las cuatro empezaron a desayunar las tortitas que había preparado Em, mientras se gastaban bromas y reían anécdotas del pasado. Cuando terminaron todo, recogieron los vasos y el plato vacío donde hace un momento estaban las tortitas y se fueron a la habitación a recoger.
Al cabo de ocho horas, las cuatro habían hecho las camas; se habían cepillado los dientes y el pelo. Se habían maquillado lo justo (menos Guiomar que se había maquillado demasiado) y se vistieron. Las cuatros llevaban un vestido precioso, el vestido de Anna lo había cogido prestado de Guiomar.
A las 7, salieron de casa y montaron en el coche de el padre de Guiomar (que era mayor de edad y hace poco consiguió el carnet de conducir). A las 7 y media, llegaron al concierto. Estaba abarrotado de gente y tenías que empujar a la gente para abrir paso. Las cuatro fueron a un rincón donde estaba menos lleno.
-Estás guapísima con este vestido, Em- piropeó Guiomar.
-Está guapísima, como siempre- agregó Hay.
-Venga, no me avergoncéis. Vosotras también estáis guapísimas con estos vestidos tan espectaculares- se defendió Em.
-Venga, que te hago una foto con mi móvil- dijo Anna.
Anna sacó su móvil e hizo una foto a Em
  
-Guau, pero que bien sales- piropeó de nuevo Guiomar.
-Oye, tengo un mensaje de mi padre de esta mañana que está en la sección de ‘leídos’ y no lo he leído. Lo recibí esta mañana a las 10:20, y estaba dormida…-Anna se dio cuenta del mensaje que le envió su padre.
La había cagado, se le había olvidado completamente de decírselo. ¡Pero qué tonta era!
-Lo siento Anna, esta mañana os hice fotos con el móvil mientras estabais dormidas- Guiomar, Anna y Hay se sorprendieron- y de repente recibí un mensaje de tu padre… Y me entró la curiosidad y… ¡Lo siento mucho!- se apresuró a decir Em rápidamente- de verdad que lo siento, se me olvidó decírtelo está mañana.
Anna estaba seria, leyó el mensaje una vez más y guardó el móvil en el bolsillo.
-No pasa nada, a mí también me hubiera pasado- contestó Anna.
-¿No vas a contestarle? A tu padre, digo.
-No.
En ese momento, la puerta del concierto se abrió y la gente empezó a empujar como loca. Parecía una avalancha humana. Las cuatro fueron empujadas, pero consiguieron entrar por fin al concierto.
-¡A la sala VIPS!
Estaban en la primera fila del concierto, en frente, se encontraba el escenario. Guiomar empezó a dar saltitos de felicidad y Hay no paraba de decir que Sam Pottorff, su ídolo que era un youtuber que hacía videos muy graciosos y volvía loca a Hayley.
Cuando no la escuchaban, Em pregunto a Anna que qué es lo que había pasado con su padre, y ella contestó solamente:
-No ha pasado nada, un enfado entre padre e hija, nada más. No es nada.
Obviamente, Em no la creía, cuando Anna se enteró de lo del mensaje se puso muy seria y hablaba en muy pocas ocasiones, y ella no era así. Era muy alegre y casi nunca se enfadaba, excepto cuando se peleaba con Guiomar de los caprichos de ésta.
Los gritos de 30.000 personas interrumpieron sus pensamientos. One Direction estaban en el escenario.
-¡Hola directioners! ¿Qué tal estáis todos?- cuando Louis hizo aquella pregunta, los gritos aumentaron. Era horrible, a Emma le dolían los oídos- vamos a cantar las canciones de nuestro segundo disco: Take me Home.
-Vamoooooooooooooooooooooooooooooooos, empezaremos con «Live While We're Young».
Empezaron a cantar, era una canción bastante alocada y muy alegre. Eso animó a Anna y empezó a dar saltitos con Guiomar. Los gritos de las personas eran atronadores, todas las directioners cantaban la canción con ellos. Emma, Hay y Anna no tenían ni idea, pero Guiomar se puso a cantarla con las demás directioners.

“Wanna live, wanna live, wanna live, wanna live
Wanna live, wanna live, wanna live while we're young... “

-Tonight let's get some. And live while we're young...- acabó de cantar Zayn.
Los gritos y aplausos comenzaron de nuevo. Las cuatro amigas también aplaudieron, la canción les había gustado.
-Muchas gracias, sois los mejores fans del mundo- empezó a decir Niall, el cantante rubio- ¡Sin vosotras, no seríamos nada!
Después cantaron «Last First Kiss», «Heart Attack», «Rock Me», «Change my Mind», « I Would» , «Over Again», «Back for You», «They don’t know about us», «Summer Love», «C’mon C’mon» y dos veces «Kiss You».
Emma y sus tres amigas se partieron de risa cuando los chicos cantaban C’mon C’mon, los cinco cantantes hacían extraños bailes graciosos para hacer reír al público. No paraban de bailar y de caerse al suelo. Cuando cantaron la canción de Kiss you, todo el público parecía saberse la canción y sorprendentemente Hay, Anna e incluso ella también, y eso que sólo lo había escuchado una vez en su vida.
-Bueno amigos…-empezó a hablar el cantante con el pelo rizado, Harry, todo el mundo empezó a chillar de angustia y algunos, incluso, a llorar. Pues sabían que el concierto se había acabado- vale, vale, ¡una última canción! ¿Cuál queréis?
‘!La de Gotta be you no, gotta be you no, gotta be you no!’- pensaba Emma en su interior.
-¿La de ‘Gotta be you’? ¡Venga chicos, cantemos!- gritó Harry.
-¡¡¡ESA ME ENCANTA!!!- gritó Guiomar como una loca, pero junto con los chillidos de los otros fans, solo lo oyeron las tres.
Liam empezó a cantar, el público y Emma empezó a cantar con él. Luego cantó Harry, después Liam de nuevo y a continuación Zayn. Y por último, para rematar, Harry.
“It's gotta be you
Only you
It's got to be you
Oh, Only you”

El estómago de Emma se contrajo, era un dolor terrible. No sólo le dolía el estómago, sino también los riñones. Cerró los ojos y se tambaleó. Nadie se dio cuenta, todo el mundo estaba mirando atentamente a los cinco cantantes. Cuando abrió los ojos, se dio cuenta de que Harry la estaba mirando fijamente a ella. A Emma.
‘No, no puede ser. Esto lo he soñado’.
Las voces de Zayn sonaban lejanas, ya no prestaba atención al escenario ni a los cinco chicos subidos ahí arriba. Era un dolor atroz, insoportable. Sus piernas no podían aguantar más su peso. No tenía fuerzas, se sentía débil. Se enjugó el sudor de la frente y echó una ojeada a su alrededor.
“Cause it's gotta be you
Its gotta be you
Only you
Oh, Only you

It's gotta be you
Only you
It's got to be you
Oh, Only you”
Harry empezó a cantar de nuevo. El dolor le empezó a doler aún más, no aguantaría mucho tiempo. Cuando el cantante del pelo rizado cantó las últimas palabras, miraba a Emma, como si se lo dedicase a ella.

Antes de desmayarse, lo último que vio Emma, es que cuando Harry paró de cantar, tiró el micrófono y corría acercándose a ella.

lunes, 26 de agosto de 2013

Los últimos dias para el concierto

RIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIIING. Comenzaba un nuevo martes en la escuela.

-Joder, como odio los martes- maldició Guiomar- están las asignaturas que más odio.
-A mi me encantan- contrarió Hayley- Español, música, biología, matemáticas y lengua. Sí, no está mal.
-Pero porque tú eres diferente, eres una empollona- contestó Guiomar.
Las cuatro chicas llegaron a la clase de Español, en el escritorio se encontraba el profesor Rodríguez. Él era español y cuando era joven estudió en una universidad en Londres y encontró un trabajo en la escuela.
Pasó una hora, había acabado la hora de Español. El profesor pidió los deberes a Guiomar y ésta contestó todas las frases correctamente. El profesor no se sorprendió, sabía que la habían chivado las respuestas.
Después de tres horas de clase: Español, música y biología, tocaba descanso.
-¡Mierda! Se me olvidó el almuerzo- chilló Em.
-Venga, te acompaño, que ya de paso me voy al baño- se ofreció Anna- Chicas, nos vamos a la cafetería- se dirigió a Guiomar y Hay.
Las dos cruzaron un largo pasillo y descendieron por las escaleras a la planta -1 hasta llegar a la cafetería, cuando llegaron Emma fue hasta el mostrador y pidió a la dependienta un sándwich vegetal.
Anna cogió una mesa de dos personas y se sentó, cuando Em consiguió el sándwich vegetal, se sentó con ella.
-Mmmm, el sándwich esta bueno- Emma mordisqueó por segunda vez el sándwich.
Anna sonrió, ella nunca comía carne. No podía consentir comer comida proveniente de animales. ‘Asesinos’ comentó un día Anna, ‘somos unos asesinos, los matamos y nos lo comemos, ¡¿te gustaría que te matasen y te comieran?!’ Emma rió al recordar aquello.
-Smith, me voy al baño que me meo- se despidió Anna- en un minuto vuelvo.
Emma asintió y se quedó pensando en lo que sucedió ayer. Nunca había oído una voz como aquel. Harry canta súper bien. ‘Olvídalo’- se dijo a sí misma-‘si sigues pensando en él, al final te volverás loca como Guiomar’.
De repente, un dolor horrible la atrapó. Su vista empezó a difuminarse y empezó a marearse. Se levantó de la silla y se tambaleó.
-¡Emma! Emma, ¿estás bien?- era Anna, había vuelto del baño.
- No, no estoy bien.
Y dicho esto, la oscuridad la atrapó. Cerró los ojos y se cayó al suelo, lo último que se acordaba es que al caerse se dio en la cabeza contra el suelo y le provocó un dolor horrible.

                                               ~~~
-Venga chicas marchaos, solo ha sido un mareo y ya está- era la doctora Rumsfeld.
¿Qué hacía la doctora aquí? ¿Dónde estaba? Dios, le dolía muchísimo la cabeza, tenía un calor tremendo.
-Pero… Tiene una brecha en la cabeza y esta pálida- dijo una vocecita, Emma dedujo que era Hayley- ¿Por qué se ha mareado? ¿Qué la ha pasado? ¡Emma!
Las personas que estaban en la enfermería se percataron de que Emma estaba despierta.
-¡Smith! Menudo susto que nos has dado- chilló la mayor del grupo, Guiomar.
-Vine del baño y te desmayaste, no me dio tiempo a sujetarte, lo siento- se disculpó Anna.
-No pasa nada Anna- se levantó de la cama y al levantarse se tambaleo, todas se asustaron- No es nada, solo un mareo y ya está…
-¡No! ¡Bonita, a ti si que te pasa algo! Ayer vomitaste, hoy te has mareado y… ¡Menuda brecha que te has hecho!- gritó, cómo no, la exagerada del grupo- deja que te vea la doctora Rumsfeld.
-Que no, de verdad, no me pasa nada, absolutamente nada- esta vez sí que se levantó de la cama sin ninguna dificultad.
-Pero mira que cabezota que eres- se quejó Hay.
-Bueno, por lo menos hemos perdido matemáticas- agregó Guiomar.
Dos horas después, Emma bajó de la estación de metro donde se encontraba su casa. Mientras caminaba por la calle cabizbaja oyó un silbido proveniente de detrás. Se giró y vislumbró a tres chicos de unos 15 años mirándola de arriba y abajo. ‘Esos tíos de hoy en día…’- pensó Em.
                               …..
Era viernes por la tarde. Hacía muchísimo sol para que sea un mes de Enero. Todas las chicas quedaron a las 9:00 en casa de Guiomar a pasar la noche allí y al día siguiente ir al concierto. Em llegó a casa de su amiga temprano.
Justo al llegar a la puerta del jardín, salió de la casa de Guiomar un policía bastante guapo, con un ancho cuerpo y alto. La sonrió y montó en su coche de policía que estaba aparcado en frente del chalet. Tenía más o menos unos 25 años. ‘¿Qué habrá hecho esta vez?’. Emma llamó al timbre y su amiga abrió la puerta.
Guiomar al principio no acertó ver otra cosa que el jardín su casa y unos cuantos coches que había en la carretera. Pero, llevándose la mano a la frente para darse sombra, no tardó en distinguir a una esbelta figura apoyada en la cancela con aire abatido.
-Hola Emmita, ¿vienes pronto hoy, eh?
-¿Y ese policía que acaba de salir de tu casa? ¿Qué has hecho esta vez? ¡No habrás vuelto a robar gafas de sol, como la última vez!
La cara de Guiomar adoptó un tono rojo como un tomate.
-Sí…-pero al ver la cara que adoptaba su amiga- ¡pero no me di cuenta! Me las puse en el centro comercial y al charlar con un chico, se me olvidó que las llevaba y me fui con las gafas puestas… El policía me comprendió y no me puso multa ni nada, es majo.
-Ya te vale… La próxima vez ten cuidado que la comisaría está hasta de ti y la próxima vez que hagas algo te meten en la cárcel directamente- rió Em.
En ese momento el timbre sonó, Guiomar abrió la puerta. Era Anna y Hay, ellas vivían en el mismo piso. Era un apartamento muy pequeño y no tenía muchas habitaciones porque Anna tenía problemas económicos y Hay vive sola con su padre.
-¡¡FIESTA DE PIJAMAS!!- gritaron las aludidas a la vez.

Pasaron toda la noche viendo películas de terror, golpeándose con las almohadas como locas y reventándose de palomitas, fue genial. No se fueron a la cama hasta las cuatro de la madrugada. El día siguiente les esperaba un día bastante movidito, pero lo que ellas no sabían es que sus vidas cambiarían por completo.

domingo, 25 de agosto de 2013

Un lunes de lo más normal


Se arrodilló al suelo y se sujetó las manos en la taza del váter.
Todo lo que desayunó Emma esta mañana salieron disparadas por la boca. Vomitaba, se encontraba fatal.
Justo en ese momento, la blackberry blanca de Emma vibró. Era un SMS de Guiomar.
De: Guiomar.  Para: Emma.  Hora: 9:09
Tiiiiiiiiiia, donde staas¿?? Te perdimos de vista cuando entramos a clase!! Haciendo pellas, eh?? Averme avisado que me aburro con el profe de mates 
Emma rió, definitivamente, su amiga estaba loca. Escribió para responderle el mensaje:
De: Emma.  Para: Guiomar.  Hora: 9:11
No tonta, estoy en el baño, tengo la regla y me sentí mal, ahora stoy en el baño. A la siguiente hora voy a clase, toca musica no? que mierda C’:
Se sintió mal por haberla engañado, pero si decía que había vomitado y tenía un dolor de cabeza y tripa horrible, Guiomar se hubiera preocupado muchísimo. Ella es una exagerada con estos temas.
Cogió las llaves de su casa que tenía guardadas en la mochila. Esta mañana, cuando acabo la hora de mates, llegó su clase correspondiente, y no levantó sospechas. Después de eso, la mañana transcurrió tranquilamente.

                                                    ~~~
Abrió la puerta y entró a su casa. Justin, su hermano estaba jugando a la playstation 3 que tenían en casa.
-Hey, ¿jugando a la play, eh? ¿Y los deberes qué?
-Hola hermanita, terminé los deberes ya. Mi escuela termina antes que la tuya.
Justin, Aroa y April, sus hermanas gemelas, iban a otra escuela. Antes, Justin y ella iban a la que Emma va ahora, pero cuando las gemelas nacieron, tuvieron que mudarse a otro sitio más lejos porque la casa que tenían era pequeña para cuatro niños en casa. Y tuvieron que cambiarse de escuela, pero Emma insistió tanto en no cambiarse de escuela que la dejaron solo a ella. Cuando era pequeña siempre la llevaban en coche, ahora dormía en casa de sus tres amigas o iba en metro.
-¡¿ESTAS JUGANDO A LA PLAY?! COMO ESTÉS JUGANDO EL JUEGO NUEV…-era Aroa, una de las gemelas, me había oído hablar con Justin. Cuando dio cuenta del juego que jugaba su hermano, se puso furiosa- ¡JUSTIN! TE DIJE QUE JUGASÉMOS A ‘HALO 4’ CUANDO HAYA ACABADO LOS DEBERES!
Emma subió rápidamente a su cuarto. Cuando Aroa se enfadaba, era un demonio. Llegó a su cuarto y empezó a sacar los libros y miró en su agenda si tenía deberes.
-Veamos… Solo tengo deberes de español. Que fácil.
Justamente, alguien llamó a la puerta. Su madre se asomó.
-Hola cariño, ¿has llegado ya del cole?
-No que va, todavía estoy de camino, si te parece…
Su madre rió, había hecho una pregunta muy tonta.
-Cariño, dentro de nada nos vamos. Tu padre y yo estaremos fuera toda la tarde. En su colegio hay una exhibición de pintura e iremos a ver los cuadros.-su gesto cambió- Vigila a las niñas y que coman las judías que prepararé de cena.
-Okey mamá, pero… ¿Por qué no se lo dices a Justin, que es el mayor?
-Ya sabes porque Emma, Justin no es tan responsable como tú. Ah, y por cierto, la comida ya está hecha, cuando acabes los deberes, baja a comer -dicho esto, sonrió y se marchó.
Emma hizo todos los deberes de Español, eran muy fáciles. La asignatura Español es bastante fácil, aunque hablarla cuesta un poco. Muchos compañeros suyos, como ella, saben el idioma a la perfección. Obviamente, a Guiomar la cuesta mucho.
Bajó al comedor, sus hermanos ya estaban en la mesa comiendo. Sus padres ya se habían marchado. Em acarició el pelo de April, que no la había visto durante la mañana y se sentó en su silla correspondiente.
La comida fue tranquila, las niñas comían todos los macarrones que preparó su madre hasta que…
-PPPPPPPPPPPPPPPRRRRRRFFFFFFFFFF-alguien se tiró un pedo.
-¡¡¡AROA!!!
-¿Queeeee? ¿Por qué me culpáis a mí? ¡Podría haber sido April!
-¡Porque yo no me tiro pedos como tú! ¡Y con todos los pedos juntos que me he tirado huelen mejor que los tuyos!-exclamó su gemela furiosa.
Todos los que estaban en la mesa rieron, incluso April.
Cuando terminaron de comer, Emma fregó todos los platos, vasos y cubiertos y ya acabada la tarea se subió a su habitación.
Eran las cuatro, tocaba Pokemón. Cuando llegó a su cuarto, encendió la tele y puso el número 11, Clan. Había Pokemón.
A los cinco minutos, cuando el capítulo que no había visto se ponía interesante su blackberry sonó la canción de ‘I knew you were trouble’. Era Guiomar.
-¿Si?
-¡Hola Smith! Soy tu mejor amiga- sonó desde el otro lado del teléfono- ¿Qué tal vas con eso? Es una mierda, puff…
-¿De qué me estás hablando?- respondió Em, a ella no le pasaba nada. Bueno, solo que sufría mareos desde esta mañana, pero Guiomar no lo sabe…
-¡Lo de la regla, tonta!- gritó ésta.
¡Ostras! No se acordaba. Cuando esta mañana vomitaba, Em la puso una excusa para que no se preocupara.
-Ah, pues bien, bien. Todo va a la perfección- mintió. Se sentía mal por mentirla, pero si decía la verdad, se volvería una tremenda pesada- apuesto a que no me has llamado por eso, ¿Qué quieres pillina?
-Ji ji ji, me has pillado, que bien me conoces. Necesito que me digas Español, no entiendo ni jota- habló ella riéndose.
- ¿No entiendes ni jota o es que no te apetece pensar?
- No me apetece pensar- contestó como si fuese lo más normal del mundo.
- A ver… Espera que saque el cuaderno… Ah sí. La primera frase es ‘Vivo en Barcelona que está al norte de España’, la segunda es: ‘Los músculos y los huesos es imprescindible para movernos’ y la tercera es… ‘Me encanta hablar español y de mayor hablaré el idioma correctamente’
-Mentira, de mayor no me acordaré ni una palabra en español- resopló- muchas gracias tonta.
- ¡Encima que te digo las respuestas, me llamas tonta! ¡Pero qué mala que eres!- bromeó Emma- Guiomar, ¡me has chafado la tarde! Se ha acabado Pokemón y no he podido verla por tu culpa, y era un capítulo nuevo…
- Qué infantil eres, eso es una mierda tía. Deberías ver ‘La que se avecina’ o ‘Aída’.
- Me gusta ser infantil, y no pienso ver estas series. Además estas series son españolas, así que si te gusta mucho la serie, aprendes español. Para mí es un aburrimiento y no me hace gracia- un día Guiomar la obligó a ver ‘La que se avecina’ y a los cinco minutos acabó dormida de tanto aburrimiento y chorradas que había en la serie- recuerda lo que pasó aquella noche- rió.
Ésta también rió- bueno, lo que tú quieras, besitooooooooooooooos.
Y colgaron.
Menudo aburrimiento, se había acabado Pokemón y no tenía nada que hacer. Pero de pronto se acordó de algo. Este sábado irá al concierto de One Direction, todo el mundo se sabría las canciones de ellos y no quería quedar como una tonta sin saber ni una canción.
Eligió una canción de One Direction, One things. Play.
“I've tried playing it cool. But when I'm looking at you I can never be brave. Cause you make my heart race”- empezó a cantar Liam, la verdad es que no cantaba nada mal.
“Shot me out of the sky. You're my kryptonite. You keep making me weak. Yeah, frozen and can't breathe”- el video le marcó diciendo que cantaba Harry, tenía una voz muy bonita.
“Some things gotta give now. Cause I'm dying just to make you see. That I need you here with me now. Cause you've got that one thing”- este párrafo lo cantaba Zayn, otro chico de la banda.
“So get out, get out, get out of my head. And fall into my arms instead. I don't, I don't, don't know what it is. But I need that one thing. And you've got that one thing”- cantaron todos.
La verdad es que no cantaban nada mal, era una de las mejores canciones que había escuchado. Debería haber hecho caso a Guiomar antes.
Cuando acabó la canción, decidió escuchar otra canción de ellos. ‘Gotta be you’. Play.
Empezaba de nuevo Liam, tenía una voz muy bonita. Las voces de la banda no estaba nada mal, pero cuando llegó a esa parte…
“Cause it's gotta be you oh
It's gotta be you oh oh oh
Oh only you oh
Only you
It's gotta be you oh oh
Only you
Only you”
Se quedó paralizada. Esa voz… esa voz era increíble. Miró a ver quien cantaba, Harry, era Harry… Tenía una voz preciosa, la voz era tan dulce y angelical…
Apagó el ordenador. No quería volverse loca por ellos, no quería ser una de esas fans locas que gritaban y hacían lo peor que se puedan imaginar por ellos. ¿Para qué? Si nunca les va a conocer en la vida real.

miércoles, 21 de agosto de 2013

Los planes para el sábado

En un lunes, a las 8:55 de la mañana…

Emma estaba cogiendo los libros de su taquilla, esta semana no ha hecho nada, menuda bronca que le va a caer… Justo en ese momento, sintió mareos y se sujetó la tripa, le dolía muchísimo... Notó golpecitos en la espalda, se giró y...
-¡Hola preciosa!
-Ah, hola Hayley, por un momento pensé que era…- no, no era momento de pensar en Ryan.
- Da igual lo que pensaras, ¡este sábado lo pasaremos en grande!  ¡Qué ganas!- Hayley sabía en quién pensaba Em, pero lo evitó.
- ¿Qué ganas? ¡Pero si a ti no te gusta One Direction!… Pensaba que estarías en mi parte, yo no quiero ir.
- Y no me gusta, pero en un concierto, la gente se lo pasa bien ¿no?- no tenía nada de ganas de ir, no le gustaba nada esos chicos que van de guays, pero tenían que animar a Em- Me da igual que no quieras, Guiomar, Anna y yo te arrastraremos con nuestras uñas.
-¡Pero si no tienes uñas!- rió, Hayley tenía la costumbre de morderse las uñas.
-Ciao- era Anna la italiana, ciao era hola en italiano.
-¡Hola! Justamente comentábamos lo del sábado, ¿vendrás verdad?- Hayley mostró una mirada de ‘COMO DIGAS NO, TE CORTO EL CUELLO’ a Anna.
-Claro, claro. Lo pasaremos súper bene- Anna dedicó una mirada tranquilizante a Hay- Guiomar y yo hablamos esta mañana de la quedada y nos hemos puesto de acuerdo: el viernes nos reuniremos en casa de Guiomar porque sus padres no están y nos quedaremos a dormir en su casa.

Emma resopló, que insistentes eran sus amigas, a veces podrían a llegar a ser unas pesadas pero aun así, las quería más que a su propia vida.